Una de las cosas que más me gustan del desarrollo de sistemas, o como algunos dicen, ser programador, es que a veces tienes que hacer trabajo de investigación. No investigación en el sentido académico si no investigación policiaca.

En ocasiones cae en tus manos un ticket que contiene nula información. “Algo está pasando, no se que sea pero está molestando a nuestros usuarios, hazte cargo.”

Armado unicamente de tu intuición, tienes que empezar a recopilar información. ¿Cuándo empezó todo? ¿Las incidencias aumentan o disminuyen? A veces tienes suerte y un log te ayuda. Otras veces tienes que salir a las calles y empezar a preguntar ¿Lánzamos otro feature a la par? ¿Hay una nueva versión del sistema operativo, un nuevo equipo?

La última vez tuve que arreglar un problema que fue visto inicalmente después de una festividad. No tenía sentido, ni el halloween ni la navidad tienen efectos en el software. Claro que ese no era el problema. A la par otro equipo había lanzado una campaña. Tenía una pista.

Indagué. ¿Qué hace tu campañana, qué controles usa? Poco a poco la verdad se fue revelando ante mi. Una vista adicional interfería con la pantalla. Esa combinación generaba un camino inesperado, una ruta que nunca exploramos porque nunca consideramos que fuera necesario caminarla.

La solución requirió cambiar una sola linea. Esa sola linea fue resultado de horas de investigación, entrevistas, pruebas. Alguna vez uno de mis clientes me dijo:

si no puedes reproducir el defecto, no lo entiendes.

Tenía que demostrar que entendí que pasaba. Reproducirlo de distintas formas, ofrecer una solucion convincente. Cada hora que pasara representaba dinero perdido.

Esta es la solución, mis datos me respaldan.

Así como llegó el defecto, desapareció del radar. No porque lo arreglara sino porque la campaña había terminado. Mi solución está en pie pero no será hasta la siguiente campaña que podré demostrar que tenía razón. Para entonces nadie recordará el tiempo que invertimos cambiando esa linea. Y esa es la mejor parte.

Como dijo Dios alguna vez:

When you do things right, people won’t be sure you’ve done anything at all.